Guillem Ferrer, padre del santo, había
comprado el beneficio de la capilla de Santa Ana, en la parroquia de Santo
Tomás, del cual tomó posesión en el año 1361, el niño Vicente Ferrer cuando
contaba con 11 años de edad. Este título se menciona en la relación de la
visita oficial que el obispo Vidal de Blanes hizo a esa parroquia el 12 de
octubre de 1365.
Seis años después, cuando Vicente Ferrer
llevaba tres meses de noviciado en el Convento de Predicadores, renunció al
beneficio a favor de su hermano Bonifacio.
El cronista Vicente Boix, en su Valencia
Histórica, en relación a la calle de Santo Tomás, recuerda que en la iglesia de
este nombre había un beneficio bajo la invocación de Santa Ana, que poseyó
Vicente Ferrer de 1361 a 1367
Al cumplirse en el año 1919 el V
Centenario de la muerte del santo, el párroco de la iglesia de Santo Tomás,
Enrique Sanchis Sanchis, celebró en la parroquia el martes 29 de abril, una
misa dedicada al santo beneficiado, en la cual se estrenó la que había
compuesto el maestro Facundo Domínguez. A continuación se inauguró una
exposición Vicentina en el Seminario Pontificio.
Para memoria de la efeméride se
colocó una placa conmemorativa junto al altar mayor con la imagen del santo y
la inscripción:
AL BENEFICIADO DE ESTA PARROQUIA
SAN VICENTE FERRER
EN EL V CENTENARIO
DE SU PRECIOSA MUERTE.
EL PÁRROCO. AÑO 1919
FAGES,
H. Historia de San Vicente Ferrer. A. Garcia. Valencia 1903
DIARIO
DE VALENCIA, 25/04/1919, 27/04/1919
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