Llombart atribuye
la colocación de estas lápidas a la memoria de alguna epidemia o por mera
devoción.
Sucias hace referencia a la predicación que hizo en
Valencia en el año 1793 el religioso capuchino fray Diego de Cádiz, en las que
era tal el concurso de gente para oír su palabra, que siendo insuficientes las
iglesias tuvo que predicar en las calles y como este orador siempre acababa sus
sermones con los versos del trisagio de la Santísima Trinidad, se pusieron para
conmemorar este acontecimiento en dos calles y en la plaza de la Virgen las
lápidas.
La que estuvo colocada en el centro de la fachada
de la casa del Barón de Cortes, en la calle Valldigna nº 2, era una gran lápida
de mármol negro con la leyenda:
SANTO DIOS
SANTO FUERTE
SANTO INMORTAL
LÍBRANOS SEÑOR DE TODO MAL
SANTO, SANTO, SANTO
SEÑOR DIOS DE LOS EGERCITOS
LLENOS ESTÁN LOS CIELOS Y LA TIERRA DE VUESTRA GLORIA.
GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO.
AÑO 1793
También hace referencia a otra inscripción similar que estaba situada a
la entrada de la calle de la Pelota, donde estuvo la librería de D. Mariano
Cabrerizo.
SANTO DIOS
SANTO FUERTE
SANTO INMORTAL
LÍBRANOS SEÑOR DE TODO MAL
Ambas lápidas todavía se
conservaban en sus lugares a finales de los años 1870.
La que estuvo colocada en la
plaza de la Virgen fue arrancada y en su lugar se colocó la lápida rotuladora
de la plaza de la Constitución.
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