jueves, 21 de enero de 2016

DIVERSAS LAPIDAS EN EL PALACIO DE CERVELLÓN



Tras el derribo del Palacio Real en 1810, durante la guerra del francés, el palacio de Cervellón fue utilizado como alojamiento para visitantes ilustres, siendo el primero de ellos el mariscal Suchet cuando las tropas napoleónicas ocuparon la ciudad. Posteriormente lo utilizaron: Fernando VII, su esposa la reina María Cristina, su hija Isabel II y su esposo Francisco de Asís y finalmente el rey Amadeo I de Saboya.
                Para memoria de estas reales estancias había una lápida con la leyenda: 

EN ESTE PALACIO
DE LOS CONDES DE CERVELLÓN
APARENTADOS CON LOS DUQUES DE FERNÁN – NUÑEZ
RESIDÍAN EN SUS VIAJES A VALENCIA
LOS REYES DE ESPAÑA
EL S. XIX

Finalizada la guerra contra Napoleón, Fernando VII el Deseado llegaba a Valencia, donde hizo su triunfal entrada el día 16 de abril de 1814. A su llegada, los absolutistas presentan a Fernando VII el Manifiesto de los Persas, exigiéndole que acabe con el proceso reformador liberal y que restablezca la Inquisición. Por otro lado, el general Francisco Javier Elío, Capitán General de Valencia, juró conservar el trono con todos sus derechos lo que hizo posible que Fernando VII firmase, el 4 de mayo de 1814, el Decreto de Valencia, que abolía el régimen constitucional.

Años después y en este mismo palacio, la tarde del 12 de octubre de 1840, la viuda de Fernando VII, la reina gobernadora María Cristina de Borbón Dos Sicilias leyó un discurso en el que renunciaba a la guardia y custodia de las dos hijas que había tenido con Fernando VII, la futura Isabel II y la infanta Luisa Fernanda, quedando ambas bajo la custodia del Gobierno. Cinco días después, el 17 de octubre, María Cristina se despidió de sus dos hijas y embarcó rumbo a Marsella.
                También de estos dos históricos hechos quedó constancia en una lápida con la inscripción:

FERNANDO VII
ANSÍO AQUÍ LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Y SU VIUDA DOÑA MARIA CRISTINA
RENUNCIÓ EN EL GENERAL ESPARTERO
A LA REGENCIA DE ISABEL II
EN 1840

Durante la visita que el rey Amadeo I de Saboya el duque de Fernán Núñez puso a disposición del monarca su morada   .. en cuya blanca fachada, compuesta de dos torres no muy altas, y un cuerpo central mas bajo que entre ellas corre, se abre en tres filas una serie de balcones que, con los hierros y las persianas pintadas de vistoso color verde, le dan el alegre aspecto de una quinta… 

                También quedó impresa en piedra la memoria de esta visita con esta inscripción:

D. AMADEO DE SABOYA
SE HOSPEDO EN ESTE MISMO PALACIO
EN SEPTIEMBRE DE 1871

Después de la guerra civil el palacio fue alquilado a diversas personas e instituciones. Hubo una carpintería en un bajo, una academia en el entresuelo, la Organización Juvenil Española y una asociación de jóvenes llamada Adelfo estuvo en el primer piso y en el segundo la pensión Vasca.





En 1976 fue declarado monumento histórico artístico y en 1987 pasó a ser de propiedad municipal. Las obras de consolidación del edificio y habilitación para sede del Archivo Histórico Municipal se llevaron a cabo entre 1996 y 2003 bajo la dirección del arquitecto José María Herrera.




.. existe todavía la escalera con peldaños de mármol y baranda ochocentista, sobre la que hubo una marquesina acristalada que la cubría a lo largo de todo el recorrido. Por ella se accedía a las estancias principales en las que había lujosos salones…. en el lado opuesto, atravesando un arco de medio punto, hay otra escalera de mayor amplitud pero sin ningún detalle decorativo digno de mención, que da acceso también al piso principal…

En una de las escaleras había una lápida con este texto:

ESTA ESCALERA ERA ENTONCES
LA UNICA PRINCIPAL


Las dos escaleras desaparecieron con la restauración.


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