La Tercera guerra
Carlista había finalizado había finalizado el 28 de febrero de 1876
y para conmemorar el feliz acontecimiento se celebraron las denominadas Fiestas
de la Paz. El ayuntamiento había aprobado el 1 de marzo un amplio programa de
festejos que incluía, el primer día un vuelo general de campanas a las cinco de
la mañana y a continuación las músicas de la guarnición y municipales
recorrerianon la ciudad, por la tarde procesión cívica y por la noche castillo
de fuegos artificiales en el Llano del Remedio. El segundo día Te Deum en la
catedral y por la tarde función en la plaza de toros a beneficio de la Cruz
Roja y el tercer día una recepción en Capitanía General y parada de tropas en
la Alameda.
Las fiestas se celebraron los
días 20, 21 y 22 de marzo. Previamente el ayuntamiento había invitado a vecinos
y edificios públicos a iluminar y engalanar las fachadas de sus casas durante
los días designados para las celebraciones. Los vecinos de la calle del Esparto
adornaron su calle, los de la calle de san Vicente construyeron dos magníficos
pabellones a las entradas de la calle adornándola con banderas, escudos,
gallardetes y faroles a la veneciana. Los de la plaza santa Catalina adornaron
igualmente la plaza y colocaron en ella una cucaña con un cartel que decía:
ABAJO LOS FUEROS y al que llegase a tocarlo recibiría una peseta de premio. Los
del mercado iluminaron el Mercado Nuevo y con vasos de colores se adornó la
fuente central y con luces de gas los edificios de la Lonja y la iglesia de san
Juan.
Los gremios se sumaron a las
celebraciones, el de Carpinteros asistió a la procesión cívica con un
estandarte que decía : LOOR A LA PAZ – PROTECCIÓN A LAS ARTES Y OFICIOS –
GLORIA AL EJERCITO – AMOR A LAS CIENCIAS –UNA CORONA PARA LAS VICTIMAS. El
gremio de horneros también asistió a la
procesión cívica y repartió 3000 raciones de pan de 400 gr. cada una.
También concedieron a cuantos
particulares lo solicitasen autorización para celebrar festejos por su cuenta. El
domingo 13 los estudiantes de la Universidad celebraron una reunión en la que
acordaron celebrar una manifestación completamente independiente de la
procesión cívica y abrir una suscripción en todas las facultades, Instituto y
escuela de BBAA para socorrer a algunos heridos del ejercito y voluntarios de
la Libertad.
La sociedad el Circulo Valenciano
ofreció un concierto en sus salones en el que actuaron artistas de la compañía
de ópera que estaba en la ciudad. También se organizó una corrida de toretes en nuestro precioso circo taurino cuyos
fondos se destinaron igualmente a socorrer a los heridos.
Los dependientes de los comercios
valencianos contribuyeron a las fiestas con la colocación en la fachada de la
Lonja de una lápida con la inscripción:
LOS DEPENDIENTES
DEL COMERCIO DE VALENCIA
A LA PAZ.
1876.