La primitiva celda de San
Vicente Ferrer data del año 1453, en que fue convertida en oratorio, encargando
el prior del convento su cuidado a doce devotos. Con la canonización del santo,
en el oratorio se erigió una capilla y los devotos se erigieron en Congregación
siendo sus Constituciones aprobadas en el año 1696.
El 7 de mayo de 1815 se acordó su
reconstrucción por los cofrades siendo bendecida la reformada capilla el 11 de
abril de 1817.
Con el Decreto de
Desamortización y la consiguiente exclaustración de 1835, lo que había sido
Convento de Santo Domingo fue ocupado por un Regimiento de Infantería, la
Capitanía General y el Parque de Artillería. El 27 de abril de 1838 los
cofrades acordaron reanudar sus funciones en la casa natalicia del santo. Fue
abierta al culto de nuevo en 1844 hasta el año 1868.
El 3 de noviembre de 1884 una
representación de la Congregación de la Celda de San Vicente Ferrer solicitaba
a la autoridad militar autorización para colocar una lápida en lo que había
sido celda del santo, entonces ocupada en almacén del Parque de Artillería.
La lápida fue colocada en la celda con
esta inscripción:
ESTE LOCAL FUE
CELDA DE SAN VICENTE FERRER
ERIGIDA EN CAPILLA DESDE EL AÑO 1453
ARRUINADA POR LOS FRANCESES EN 1812
Y REEDIFICADA EN 1817
POR LOS COFRADES DE LA MISMA,
CUYOS SUCESORES, CON DEBIDO PERMISO,
COLOCAN ESTA MEMORIA.
1884.
Unos años más tarde, En 1887 la
celda fue restaurada por los Oficiales de Artillería. Con autorización del
Capitán General, Marcelo de Azcárraga, de 14 de mayo de 1877, se autorizó la
celebración de una misa todos los domingos y el acceso libre del pueblo la
víspera y el día del santo.
Para memoria fue colocada encima de la
puerta un mármol blanco con la siguiente inscripción:
CELDA DE SAN VICENTE FERRER
RESTAURADA COMPLETAMENTE EN 1887
POR LOS OFICIALES DE ARTILLERÍA
Y ADMINISTRACIÓN MILITAR DE ESTE PARQUE
Con motivo de unas reformas llevadas a
cabo en el Parque de Artillería fue reedificada en el año 1906.
Con motivo del V Centenario de la
Canonización de san Vicente, el Parque de Artillería y la Cofradía restauraron
la celda, cubriendo sus paredes con azulejos procedentes de la antigua capilla
de San Jaime.