El palacio episcopal en la ciudad de
Valencia tuvo su origen en la donación del rey Jaime I de unas casas junto a la
iglesia catedral y que con el paso de los siglos fueron ampliándose con nuevas
adquisiciones, reformas y reconstrucciones. El arzobispo Tomás de Villanueva
mejoró notablemente el palacio así como los arzobispos Andrés Mayoral y
Francisco Fabián y Fuero.
En julio de 1936 el palacio fue
destruido por un incendio que duró tres días, quedando abandonado durante el
periodo de la guerra civil. Finalizada la misma se decidió la reconstrucción
con la ayuda de la Dirección General de Regiones Devastadas bajo la dirección
del arquitecto Vicente Traver Tomás.
Estado del edificio antes de su reconstrucción |
El jueves 26 de julio de 1945 fue
bendecido el nuevo palacio por el Obispo Auxiliar de la Diócesis, Dr. Hervás
Benet. Al acto asistió una representación del Cabildo metropolitano, el
personal de la Curia y numerosos sacerdotes. El acto tuvo un carácter
absolutamente privado.
Aunque el edificio estaba prácticamente
terminado, el Director General de Regiones Devastadas había acordado que a la
entrega oficial del nuevo palacio al arzobispo, asistiera personalmente el
Ministro de la Gobernación.
Para memoria de la construcción se
colocó en la fachada una lápida con la inscripción:
NOVVM PALATIVM
VETERE PENITVS EVERSO
A FVNDAMENTIS EXTRVXIT
ARCHIEPISCOPVS VALENTINVS
RVDMVS. DR. D. PRUDENTIVS MELO ET ALCALDE
ANNO SALVTIS MCMXL
AC QVINQVE ANNIS PERFICIENDVM CURAVIT
ARQUITECTO
V. TRAVER
UN
NUEVO PALACIO, DESTRUIDO TOTALMENTE EL ANTIGUO, LEVANTÓ DESDE LOS CIMIENTOS EL
ARZOBISPO DE VALENCIA RVDMO. DR. D. PRUDENCIO MELO Y ALCALDE EN EL AÑO DE LA
REDENCIÓN DE 1940 Y CUIDO DE ACABARLO EN CINCO AÑOS.
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