De entre los numerosos eventos que la Junta
Organizadora de los festejos que se celebraron en la ciudad, para conmemorar el
III centenario de la publicación del Quijote, tuvo lugar, la tarde del 7 de
mayo de 1905, el acto de descubrimiento de una lápida conmemorativa.
La comitiva partió de las Casas
Consistoriales a las 3 de la tarde formada por Escuelas privadas de niños entre
las que estaban: el colegio de San Fernando de la calle Maldonado, 100 alumnos,
el Circulo Republicano El Pueblo, 70 alumnos, el colegio laico del distrito
Misericordia, 70 alumnos, el colegio laico del distrito Museo, 70 alumnos, la Escuela
Radical, 200 alumnos, y de niñas, el Colegio racionalista de la calle Recaredo,
10 alumnas.
La Escuela de Artesanos con su bandera
y estandartes de las doce sucursales, 150 alumnos, las Escuelas de Música, ocho,
con 50 alumnos cada una, las Escuelas públicas de niños, 24 escuelas con 500 niños, las Escuelas
públicas de niñas, 20 escuelas con 600
niñas, la Sección de Artes y Oficios y representaciones de numerosas sociedades
y centros intelectuales, recreativos y mercantiles.
El alcalde Sr. Ordeig, con los
concejales, Srs. Engo, Cuber y Sanchis Bergón, subieron a la tribuna para
recibir la Senyera, que fue descendida por el archivero Sr. Vives Liern a los
sones de la Marcha Real interpretada por la Banda Municipal acompañada de
timbales y clarines y escoltada por un piquete del Batallón de Veteranos. Recibida
la Senyera se puso en marcha la comitiva a la que se agregaron las comisiones
por el orden siguiente:
Elemento militar con representación de
todas las armas y cuerpos, Guardia Civil y Sanidad Militar, Colegio de
Abogados, Lo Rat Penat, Universidad, Escuela Normal, Escuela de Comercio,
Escuela de Artesanos Circulo de BBAA, Unión Escolar, Academia de san Carlos, Círculos
Liberal y Conservador, Cruz Roja, Gremio de Impresores y Encuadernadores.
A continuación marchaba la Junta
organizadora de los festejos representada por los Srs. Serrano Morales, Aguilar
y Blanc, Sanchis Bergón, Blay y Martí Grajales.
Seguían los Timbales, Clarines y
Maceros de la ciudad, la Senyera y Corporación Municipal en pleno y la
presidencia de la comitiva formada por el alcalde, Sr. Ordeig, el presidente de
la Diputación, Sr. Alberola y el general Gómez Pallete, en representación del Capitán
General.
Cerraban la marcha las Bandas Militares,
el piquete del Batallón de Veteranos y una Sección Montada del Guardia Municipal.
Marcharon por la calle de la Sangre
y la de san Vicente y durante la carrera se incorporaron a la comitiva los
estudiantes con las banderas y estandartes de las distintas facultades.
Llegados a la casa del comercio del Sr. Settier, donde estaba colocada la
lapida conmemorativa y desde uno de los balcones de la vivienda, el presidente
de la Junta organizadora de los festejos, Sr. Aguilar Blanch dirigió unas
palabras a los presentes glosando la importancia del acto y el homenaje que se
rendía.
A continuación descubrió la lápida a los
sones de la marcha de la Ciudad.
ción:
AQUÍ SE IMPRIMIERON
POR P.P. MEY, EN 1605 – 1616,
LA I.A Y II.A PARTE DEL FAMOSO
LIBRO D.N QUIXOTE DE LA MANCHA,
DE M. DE CERVANTES
EL E.XMO AYUNTAMIENTO DE VALENCIA
COLOCO ESTA LAPIDA
COMO RECUERDO
DEL CENTENARIO III.
7 DE MAYO DE 1905
La
lápida se hizo según un boceto del Sr. Aixa
A pesar de la aglomeración del público
congregado en los alrededores, la procesión cívica se puso de nuevo en marcha y
por la plaza de Santa Catalina, calle Zaragoza, plaza de la Constitución, calle
Caballeros y Cuarte y junto a Santa Úrsula salió a los jardines de la calle Guillen
de Castro junto a las torres de Quart.
En el centro de estos jardines estaba
previsto levantar un monumento al inmortal Cervantes y a su obra. En el sitio
elegido se había colocado el día anterior el boceto realizado por el escultor
Mariano Benlliure.
Llegada al lugar la comitiva y
ocupada la presidencia por las autoridades, el Delegado Regio de Instrucción Pública,
Sr. Serrano Morales, leyó un elocuente discurso, finalizado el cual, se
procedió a colocar la primera piedra del primero de los Grupos Escolares Graduados
de la ciudad y que llevaría el nombre de Escuela de Cervantes.
El acto tuvo lugar en el entonces matadero,
donde, entre la puerta principal y el departamento destinado al servicio de
redaños se había colocado un altar, una mesa y la cabria para la suspensión del
bloque. Leída el acta en pergamino que posteriormente fue colocada en una caja
de plomo, junto con algunas monedas, un ejemplar de toda la prensa del día y
una biografía de Cervantes. Colocada la caja en su lugar y tras las dos
paletadas de mortero de rigor fue descendida la piedra a su lugar.